lunes, 23 de abril de 2007

REENCUENTRO FAMILIAS SAHARAUIS



17 de abril de 2007, 14h27
Familias saharauis se reúnen 30 años después gracias a la ONU
AL AIÚN, Sahara Occidental (Reuters) -



Dividida durante tres décadas por la disputa territorial más antigua de África, una familia saharaui se reúne nuevamente en un deslucido patio y las mujeres rompen en un canto extático, con sus brillantes vestidos de colores luciendo al sol del Sahara. En la imagen de archivo se puede ver a unos niños saharauis saludando a la bandera tras las inundaciones que dejaron miles de personas sin hogar en los campamentos de refugiados en Tinduf, en Argelia, a unos km al oeste de Argel, en febrero de 2006. REUTERS/ Louafi Larbi


La mayoría de ellos son demasiado jóvenes para acordarse de lo que ocurrió en 1975, cuando España se retiró de lo que entonces era una provincia más y el territorio fue anexionado por Marruecos, desatando un levantamiento del Frente Polisario y una guerra que duró hasta 1991 y dividió a muchas familias.

Un programa de intercambio de la ONU permite ahora a algunos saharauis que viven en los campamentos de refugiados en el desierto argelino volar a la zona bajo control marroquí para realizar visitas familiares de cinco días.

Cuando los vehículos blancos de la ONU se retiran, el sonido de los tambores de piel de cabra marca el inicio de una fiesta que durará toda la noche. Los mayores se sientan aparte, sobre unas alfombras en una habitación más fresca, y beben té a la menta.

"Estoy encantada de ver a mi familia", dijo Appa, de 41 años. "Tenía nueve años cuando nos fuimos, y no reconozco a nadie".

Marruecos asegura que el Polisario obligó a decenas de miles de saharauis a dejar el territorio y los llevó a unos campamentos establecidos en una zonas terriblemente inhóspitas, en Tinduf, ya al otro lado de la frontera.

Muchos saharauis niegan esa versión y defienden que muchas familias, temiendo la invasión, huyeron de la franja costera hacia el interior hacia unas zonas en las que podían luchar mejor contra las tropas marroquíes.

Algunos no pudieron salir de Al Aiún y de otras localidades antes de que llegaran los marroquíes. Los hombres que sí escaparon se unieron al Polisario, mientras las mujeres, niños y ancianos fueron a Tinduf.

Tras 16 años de guerra, la ONU consiguió que ambas partes firmaran un alto el fuego, lo que hizo aumentar las esperanzas de que el territorio volviera a unirse. Sin embargo, el referéndum de autodeterminación previsto no se ha llevado a cabo.

Ningún país reconoce la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental. Marruecos afirma que la independencia no es posible porque los saharauis están repartidos en cuatro países: Argelia, Mali, Mauritania y el propio reino alauí.

DEPENDIENTE DE AYUDA EXTRANJERA
"Marruecos dice que los saharauis están encarcelados en Tinduf. ¿Por qué no les trae entonces a casa y organiza el referéndum para que puedan decidir sobre su propio futuro?" se preguntó el activista en defensa de los derechos saharauis Tahar Tayeb.

La vida en la árida llanura de Tinduf es muy dura para una población que depende totalmente de la ayuda exterior. El año pasado, 50.000 refugiados vieron cómo sus hogares y escasas pertenencias resultaban barridas por unas inundaciones, y el Programa Mundial de Alimentación tuvo que hacer una petición urgente para evitar la desnutrición.

Unos pocos han podido volver a ciudades como Al Aiún, donde dicen que la vida es un poco más fácil a pesar del desempleo y la pobreza. Más de 3.000 han participado en las visitas familiares desde que la ONU creó el programa en 2004.

Sidi Mohammed Dedach, de 50 años, ha pasado casi un cuarto de siglo en las cárceles marroquíes. Este antiguo combatiente del Polisario perdió a tres hermanos en la guerra, mientras que su padre murió en Tinduf en 1987.

"Queremos una independencia total y perfecta, incluso si tengo que esperar 50 años para volver a ver a mi familia", dijo.
/Por Tom Pfeiffer/

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