lunes, 28 de mayo de 2007

ABRE TUS OJOS AL SAHARA



En el campo de refugiados saharaui de Dajla, en la inhóspita hamada, hay una escuela de ciegos. Niños, adolescentes y adultos, hombres y mujeres, aprenden a abrir sus ojos con el braille y lo colocan en las estanterías de su cerebro junto al hassanía, es decir su árabe natal, y el español, su otro idioma natural. Al lado de la escuela, otro edificio de adobe y chapa acoge un centro para discapacitados; un poco más allá, a unos pasos de arena, un centro cultural y algunos pequeños edificios administrativos desde los que los saharauis organizan sus vidas con la ayuda internacional. Durante unos días, hasta hubo un Festival de Cine, al que generosamente estuvimos invitados, acogidos con una hospitalidad de la que nunca se olvida.


Estas escuelas para ciegos se pueden encontrar en otros campamentos saharauis


En un rincón de esa nada hay un hospital con lo mínimo indispensable, una limpieza de acero y un pequeño quirófano donde, cada pocos meses, un equipo de médicos voluntarios llegados de España se enfrenta a las enfermedades oculares de los saharauis, las más extendidas, la que les provocan el viento, el sol y la arena del desierto. Los médicos les limpian los ojos y consiguen que sus pacientes puedan ver mejor dónde están, dónde viven: abandonados, refugiados desde hace treinta y dos años en campos del desierto; expulsados de su verdadera tierra por la ocupación marroquí, desde que en 1975 España se desentendió de sus obligaciones como colonizador.


En cada una de esas construcciones, al igual que en las precarias instalaciones de suministro de agua, en cada una de las placas solares que aportan una mínima energía a las jaimas, en los vehículos todoterreno imprescindibles en el desierto, prácticamente en todo lo que se ve en los campamentos de refugiados, hay un rótulo que identifica la procedencia de la ayuda solidaria: ayuntamientos, comunidades autónomas, colectivos sanitarios, de arquitectos, de ingenieros agrónomos, colegios, institutos, centros universitarios, cientos de asociaciones de amistad y solidaridad con el pueblo saharaui. Treinta dos y años de apoyo y cariño de los pueblos de España con los refugiados del desierto de los desiertos, como dijo Eduardo Galeano cuando los visitó.


Desde que España abandonó el Sáhara, el pueblo español ha cumplido su papel. Sus Gobiernos, no. Ha habido, hay, tanta solidaridad como abandono político de los Gobiernos españoles. Tanta ayuda como culpa de nuestra meliflua diplomacia, que jamás se ha atrevido a mirar de frente la situación de los refugiados y a la gravísima represión que sufren en los territorios ocupados. Las Naciones Unidas dejaron claro, desde el principio, la ausencia de cualquier título de soberanía de Marruecos en los territorios ocupados del Sáhara. Desde el abandono vergonzante español, la historia trajo la expulsión de todo un pueblo, los bombardeos marroquíes con fósforo, los cientos de muertos, quince años de guerra, la represión en las ciudades ocupadas, un muro más largo que el de Berlín y Palestina juntos levantado en medio del desierto y más de treinta años en los campamentos: cerca de trescientos mil saharauis condenados a la nada, víctimas de la geoestrategia y de la prepotencia de la monarquía marroquí.


Porque Marruecos está ocupando ilegalmente esa tierra, que no es suya, que es de los saharauis. Más de cincuenta resoluciones -cincuenta, se dice pronto- del Consejo de Seguridad de la ONU y una del Tribunal Internacional de La Haya así lo atestiguan. Ninguna de ellas se ha podido aplicar por la intransigencia de la monarquía marroquí, que, según la legislación internacional, ni siquiera es potencia administradora, solamente un ocupante ilegal de unos territorios, donde las cárceles están llenas y las denunciasde abusos y torturas se suceden.


Las distintas alternativas de paz que se han gestado frente a esta situación han sido también ignoradas por el Gobierno de Marruecos. La más consensuada de todas, el llamado Plan Baker, que proponía un periodo de autonomía de transición pactado entre las partes y una votación libre para plantear si los saharauis quieren ser marroquíes o quieren ser independientes, también fue rechazada, pese a que contaba con unanimidad internacional.


Los Gobiernos de España no se quejaron. Jugaron al equilibrio a costa de una única víctima, el pueblo saharaui. Ahora, el Gobierno de Marruecos, que mantiene una dura represión en los territorios ocupados, pretende hacer valer una propuesta que, bajo el pretexto de una autonomía falsa, liga las tierras saharauis y sus riquezas a la soberanía de la monarquía. Pero el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acaba de decir que, tal y como está concebida la propuesta de Marruecos, no sirve, porque se olvida de la legalidad internacional, prescinde del derecho a la autodeterminación, reconocido en todas las resoluciones de Naciones Unidas, se queda con la soberanía de un territorio que jamás ha sido suyo y condena al pueblo saharaui a un eterno destierro en el desierto o a tomar las armas de nuevo frente a la injusticia. Naciones Unidas ha exigido que las dos partes, es decir, la monarquía de Marruecos y la República Saharaui, se sienten en igualdad de condiciones y hablen de todas las posibilidades, desde la autonomía hasta la independencia, sin hipotecas, sin amenazas.


El Gobierno español no debe seguir mirando para otro lado, a la expectativa. Los saharauis son un pueblo pacífico, inteligente y creativo. En treinta años han construido un mundo en el desierto. Han inventado la vida. La ayuda internacional no se ha diluido. Todos los niños están escolarizados, todos los refugiados tienen asistencia sanitaria. Hay centros de juventud, organizaciones de mujeres, huertos que sacan fruta de la arena. El pueblo saharaui es respetuoso con los creyentes y con los que no lo son. Las mujeres han conseguido colocarse en primera fila de la sociedad, son la clave en el mantenimiento de la administración y de la vida en los campamentos y en las ciudades ocupadas; artistas como Mariem Hassan, reconocida internacionalmente como la mejor cantante del norte de África, o activistas como Aminetu Haidar, cabeza de la resistencia en los territorios ocupados, que estuvo prisionera muchos años en la Cárcel Negra de El Aaiún, así lo demuestran. Los y las saharauis son una alternativa en una zona que exporta terrorismo radical y corre riesgo grave de dogmatismo religioso y político. ¿No merecen una oportunidad, una alianza?


En el campamento de Dajla firmamos un manifiesto para recordar que si en el medio del desierto habían sido posibles huertos, escuelas, hospitales, un concierto de música y hasta el cine había sido posible, también debía de serlo la decencia en la política internacional. Los saharauis no quieren la guerra. Nosotros, tampoco. España sigue siendo responsable legal, moral y políticamente de la tragedia que vive el Sáhara. No es sólo nuestro punto de vista, es que así lo resaltaba también la resolución S/2002/161 del Departamento Jurídico de Naciones Unidas: "Los acuerdos de Madrid [de 1975] no han transferido la soberanía del Sáhara Occidental ni han otorgado a ninguno de los firmantes el status de potencia administradora, status que España no puede transferir unilateralmente". Y, desde ese punto de vista que compartimos con tanta gente y el Derecho Internacional, como ciudadanos con opinión y criterio, creemos que no se debe ser ambiguo con la represión del Gobierno de Marruecos ni con el destierro de los saharauis. Estamos hablando de la existencia misma de un pueblo, de su destino, del derecho a vivir en su tierra, de tener un futuro, no como refugiados, no como un pueblo ocupado y castigado, sino como mujeres y hombres libres.


Hemos admirado la audacia de Zapatero cuando supo alejarse de guerras ilegales y cobardes, y hemos apoyado y creemos en sus políticas sociales. Le pedimos a nuestro presidente de Gobierno que liquide las causas de esta injusticia política, que defienda la legalidad de las Naciones Unidas, que tenga memoria histórica, para que luego no tengamos que lamentar otras batallas. Que sea valiente. Que se sacuda ambigüedades. Estamos de su parte y por eso le pedimos que abra los ojos y que se ponga del lado del pueblo saharaui, en el mismo sitio donde desde hace más de treinta años se encuentra el pueblo español y su solidaridad.


Firman conjuntamente este artículo: Rosa María Sardá, Lola Herrera, Pilar Bardem, Verónica Forqué, Mercedes Sampietro, Emilio Gutiérrez Caba, Carmelo Gómez, José Coronado, Pedro Almodóvar, Juanjo Puigcorbé, Gemma Cuervo, Fernando Colomo, Willy Toledo, Chus Gutiérrez, Montxo Armendáriz y otros 37 profesionales del mundo del cine.


Todo el texto en cursiva y en azul es para señalar las prioridades que veo en dicho texto. El pueblo español está al lado del pueblo saharaui y no debemos dejar perder esta oportunidad, a pesar de los beneficios que, como se ha venido comentando, pueden darse - caladeros, etc - ya que no podemos vender por un plato de lentejas algo que es de justícia.

viernes, 25 de mayo de 2007

ENTREVISTA A MAIMA MAHAMUD






ENTREVISTA: MAIMA MAHAMUD Secretaria de Estado de Asuntos Sociales y Promoción de la Mujer del Sáhara



"Quiero que cuando una mujer abra las piernas sepa por qué lo hace"






En mitad del desierto argelino existe el único campamento de refugiados saharauis con acuíferos bajo la arena. Y la única pizzería, regentada por cinco mujeres, que acaba de abrir sus puertas.




En Dajla preparan pizzas a seis euros, con ínfimos ingredientes: nada de mozzarella y salsa barbacoa, sino vegetales y carne de camello como mucho. Maima Mahamud, directora de la Escuela de Mujeres, (www.mujeresdajla.org) y Secretaria de Estado para Asuntos Sociales y Promoción de la Mujer, es la responsable de que cuatro paredes de adobe se conviertan en una pizzería, y de que las mujeres "sólo dependan de sí mismas".







  • "Podéis limitaros a preparar té y dar conversación a los hombres, o bien aprender un oficio y decidir sobre vuestras vidas"
    "Nuestros recursos pesqueros son explotados por empresas españolas que no revierten nada en ayuda a los campamentos de refugiados"



Ingeniera en Telecomunicaciones y madre divorciada, Mahamud no se considera feminista sino "una mujer con los pies en la tierra". Por eso defiende la independencia de las saharauis por encima de la caridad, después de más de 30 años de exilio obligado por Marruecos.




Pregunta. ¿Cómo surge el proyecto de la pizzería para Dajla?
Respuesta. Gracias a un microcrédito aportado por unos amigos míos. Esto no es ayuda internacional. Reunieron 800 euros para que empezásemos con la pizzería y ahora da empleo a un pequeño grupo de mujeres, que también vende bocadillos y refrescos. Así llevan dinero a casa. En la Escuela de Mujeres de Dajla enseñamos además otros talleres, como peluquería, confección de alfombras, costura y pastelería, que después revierte en las familias. Pero hace falta más financiación por este sistema.




P. ¿Cómo funcionan los microcréditos?
R. Con cantidades mayores de 200 euros podemos hacer mucho, aunque una parte sea a fondo perdido. Sólo necesitamos que nos los concedan, buscar esa financiación. Por ejemplo, se puede crear un pequeño taller de costura para una mujer. Ya no vamos a ver sólo a hombres vendiendo en el mercado. Para mayor comodidad se podría organizar el empleo en casa: aquella mujer que tenga el marido impedido o mutilado por la guerra podría vender en la propia jaima -tienda- y atenderle al mismo tiempo.




P. ¿Y esa progresiva economía de mercado no será aprovechada como excusa para mantener los campamentos?
R. No podemos invertir en nada duradero, pero hay que buscar salidas. Necesitamos pasar de ser un pueblo asistido a un pueblo independiente, y esto no se conseguirá si dependemos sólo de la ayuda internacional. La formación de las mujeres es muy importante porque son las que sostienen el campamento: esto es una sociedad matriarcal, aquí no verás una sola jaima levantada por un hombre.




P. ¿Qué significa la ayuda internacional para las economías familiares?
R. Tres kilos de harina, uno de arroz, uno de lentejas, medio de azúcar y un litro de aceite al mes por familia. Mucho ruido y pocas nueces. Es una miseria. España es la gran beneficiaria del acuerdo pesquero que la UE ha firmado con Marruecos y gracias al cual Rabat recibirá 161 millones de euros de Bruselas. Además, entre otras ayudas, España le ha destinado un crédito de 16 millones para reestructurar su flota artesanal. Y todo para que vuestros bancos de peces descansen y los nuestros se fastidien. ¿Y cuánto se destina a la cooperación internacional al Sáhara? Cuatro millones de euros; ni siquiera cubren los intereses por explotar nuestros recursos.




P. ¿Cómo se percibe aquí la política española respecto al Sáhara?
R. Sentimos que no están haciendo nada por nosotros. No nos gusta vivir en el desierto. Es bonito una semana, pero no estos 30 años. Además, la tierra no es nuestra. Tenemos que mendigar a los españoles que se lleven a nuestros niños de vacaciones para que conozcan el mar, cuando nuestro territorio ocupado tiene 1.200 kilómetros de costa.




P. Y los recursos de esa costa son explotados por empresas ajenas.
R. Sí, empresas que además no revierten en ayuda a los campamentos, por ejemplo la marca de atún Calvo. Recomiendo que nadie la compre, porque están esquilmando nuestros bancos. Hay muchas empresas extranjeras que se han retirado de nuestras aguas porque lo consideran ilegal, pero otras siguen ahí, como Calvo.




P. ¿Sirve de algo el programa de aumento de natalidad?
R. Tengo un objetivo: que cuando una mujer abra las piernas sepa por qué lo hace. ¿Quieres colaborar con el gobierno y aumentar la familia? Bien, pero piensa en qué condiciones. ¿Por qué se nos pide aumentar la población? Porque si no somos muchos, no nos hacen ni caso. Si sólo somos miles nos pueden acribillar, pero no tanto si llegamos al millón. Bien, pues vamos a parir pero con condiciones: que pongan alimentación, sanidad, educación, comodidad y entonces aportaremos hijos. Soy un ser humano y no un conejo.




P. ¿Existe algún programa de planificación familiar?
R. Hemos dado conferencias sobre ese tema, con mujeres voluntarias y dos enfermeras que explican métodos anticonceptivos. El boca a boca funciona bien y saben cómo controlar su vida. La parte de formación es muy importante.




P. ¿Eso también se enseña en la Escuela de Mujeres?
R. Las jóvenes me tienen mucho respeto y por eso intento hablar con ellas y darles opciones: "Podéis limitaros a preparar té y dar conversación a los hombres o bien aprender un oficio, salir adelante y decidir sobre vuestras vidas". También se habla de los derechos de la mujer, del islam laico que tenemos: aquí eres tú y tu Dios. Las mujeres no deben ser sumisas ni a los hombres ni a la sociedad.

martes, 22 de mayo de 2007

JOVENES SAHARAUIS PROTESTAN EN RABAT

Mano dura de Rabat ante la ola de protestas de jóvenes saharauis
I. C. - Madrid
"Los salvajes agentes formaron un círculo alrededor mío y me molieron a palos con sus porras y sus pies. De un golpe me reventaron el ojo. Cuando les grité que mi ojo estaba tocado me atizaron aposta en él""
Este es el titular de una noticia a parecida hoy en EL PAIS.

Sultana Khayam, una joven saharaui se ha quedado tuerta, hizo por teléfono ese relato desde el hospital Alantaki de Marraquech.

La rebelión saharaui estudiantil se reactiva ante el inicio de las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario, previstas para la primera quincena de junio en Nueva York o Ginebra.

Los estudiantes saharauis que cursan sus estudios en las ciudades marroquies de Agadir, Casablanca, Rabat o Marraquech están organizando sentadas y manifestaciones para reivindicar la autodeterminación del Sahara.

En sus protestas han orginado roces con los estudiantes marroquíes, que han sido violentamente reprimidos por la policia. En las ciudades del Sahara se han producido también manifestaciones.

Delante de dichos ataques es difícil de creer que las negociaciones que van a emprenderse lleguen a buen fin. Hay una parte que es más fuerte y ejerce el poder represor de sus fuerzas y otra más débil a la que sólo le queda manifestarse para hacer que todos tomemos conciencia de que hace demasiado tiempo que este problema está sin solución.

Los ánimos cada vez más enconados y la gente cada vez más desesperanzada ante una posible solución del conflicto.

Seguiremos estas conversaciones para ver qué camino siguen y tratar que haya una vía negociada que de respuesta de una vez por todas al pueblo saharaui que no ha cesado de reivindicar, ni un sólo día, que quiere su autodeterminación.

SAHARA LIBRE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

lunes, 7 de mayo de 2007

MUJERES DEL MUNDO

La Unión Nacional de Mujeres Saharauis, en la Conferencia Internacional “Mujeres del Mundo”

Zahra Ramdan, responsable de Relaciones Internacionales de la UNMS, ofrece una conferencia en el encuentro celebrado en Tenerife

Santa Cruz de Tenerife.-. La responsable de Relaciones Internacionales de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS), Zahra Ramdan, participa como ponente, desde el pasado martes 24 y hasta hoy, 26, en la Conferencia Internacional “Mujeres del Mundo. Género, multiculturalidad y mercado de trabajo”, que celebra el Instituto Canario de la Mujer en el Auditorio de Santa Cruz de Tenerife.

Zahra Ramdan ha compartido estrado a lo largo de la celebración del evento, que inauguraron la consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, Marisa Zamora, y la presidenta del Instituto Canario de la Mujer, María Nieves Hernández Gómez, con compañeras especialistas en cuestiones relativas a la mujer, activistas, politólogas, escritoras, o periodistas procedentes de lugares tan diversos como Colombia, Italia, Irán, Eslovaquia, México o Canarias.

Durante las jornadas de la Conferencia, que se clausurará hoy, se abordaron temas tan diversos como mujeres y la actividad política, la igualdad de oportunidades en la empresa, la cultura de la globalización en el debate femenino o la mediación intercultural con la perspectiva de género.

Por su parte, la responsable de la UNMS intervino con una conferencia titulada “El rol y los desafíos de las mujeres saharauis”, que ofreció ayer miércoles por la tarde despertando gran interés entre público y participantes.

También suscitó el interés de numerosas personas presentes en la Conferencia el taller de henna y de elaboración del té tradicional que se desarrolló en el stand instalado por la delegación saharaui participante en el propio Auditorio de Tenerife así como la exposición fotográfica sobre el Sahara que se colgó en su patio central. (Servicio de Comunicación Saharaui de Canarias)